jueves, 7 de febrero de 2008

CLASES PREPARTO








Las matronas imparten una parte teórica y otra práctica para resolver las dudas de las madres, además de seguir su evolución

Las clases preparto son esenciales para las madres.


Cada vez más mujeres se toman muy en serio el hecho de dar a luz, y buscan en el Servicio de Planificación Familiar resolver sus dudas y una preparación seria de cara al parto.En esta labor corresponde a las matronas, que cada jueves en los locales de Cruz Roja ayuda a las futuras madres con clases tanto teóricas como prácticas a las que asisten un nutrido grupo de mujeres, superior a la veintena entre los dos centros de salud.





A estas clases acuden las madres a partir de las 32 semanas de gestación y su control y observación ser realizan hasta diez días después de haber dado a luz en el hospital para comprobar que todo vaya bien.Durante este período «se sigue de cerca el estado de la madre, la evolución que sigue el feto, se comprueba periódicamente su abdomen, se realiza una exploración mamaria si va a dar el pecho al bebé y después se va a ver al niño, comprobándose el estado del pequeño y la cicatrización del ombligo», explica la matrona del Centro de Salud, Raquel Gómez.





En las clases teóricas las madres tienen la oportunidad de recibir información sobre la gestación, los cambios que van a sufrir y resolver dudas, mientras que en las prácticas destaca la realización de ejercicios de respiración. Eso sí, este control de las matronas debe ir acompañado del que se efectúa en Ginecología del hospital



¿Qué tipo de clases se ofrecen?
Muchas clases de preparación para el parto adoptan una filosofía particular sobre el embarazo y el parto. Los dos métodos más comunes de respiración, relajación y ejercicios de parto en los Estados Unidos son la técnica Lamaze y el método Bradley.






La técnica Lamaze es el método más utilizado en los Estados Unidos. La filosofía Lamaze sostiene que el parto es un proceso normal, natural y sano, y que se debe educar y ayudar a las mujeres para que lo puedan afrontar con plena confianza. La meta del método Lamaze es explorar todas las formas en las que una mujer puede encontrar fortaleza y confort durante el trabajo de parto y el parto en sí mismo. Las clases se concentran en el uso de las técnicas de relajación, pero también alientan a las madres a preparar la respuesta de su cuerpo al dolor a través del entrenamiento y la práctica (esto se denomina psicoprofilaxis).





Esta preparación persigue el objetivo de enseñar a las futuras madres a tener reacciones constructivas ante el dolor y el estrés del parto (por ejemplo, secuencias respiratorias) en lugar de reacciones contraproducentes (como estar tensionada o aguantar la respiración). También se utilizan otras técnicas, como la distracción (se le dice a la mujer que se concentre en un objeto que trajo de su casa o una foto, por ejemplo) o un masaje, realizado por la persona que la acompaña, para disminuir la sensación de dolor que tiene la mujer.



Los cursos de Lamaze no recomiendan o rechazan el uso de drogas o las intervenciones médicas de rutina durante el parto, sino que les enseñan a las madres cuáles son sus opciones para que ellas puedan tomar una decisión con cierto fundamento cuando llegue el momento.
El método Bradley pone énfasis en la importancia de crear un parto natural y en la participación activa del padre del bebé durante el parto. El objetivo principal de este método es evitar el uso de medicamentos, a menos que sea necesario.



Otros temas que se enfatizan son la importancia de alimentarse bien y de hacer ejercicio durante el embarazo, las técnicas de relajación (como las de respiración profunda y la concentración en las señales que envía el cuerpo) como método de control del dolor, y el otorgarle a los padres la fortaleza necesaria para que confíen en sus instintos y puedan ser participantes activos e informados en el proceso de nacimiento. El curso se ofrece, por lo general, en 12 sesiones.



Si bien el método Bradley hace hincapié en un parto sin medicación para aliviar el dolor, las clases también preparan a los padres para enfrentar posibles complicaciones o situaciones que requieran una cesárea de emergencia. El método recomienda que, después del nacimiento, se inicie inmediatamente el amamantamiento del bebé y el constante contacto entre los padres y el recién nacido. El método Bradley es el preferido de muchas mujeres que dan a luz en su casa o en otros lugares que no sean un hospital.


Artículo extraído de:

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